WATADA O HARRY: LA VIDA ES COMO IR A UNA GUERRA EN IRAQ

Ir o no ir a una guerra, representa tal vez una disyuntiva que va más allá de considerarla legítima/ilegítima o moral/inmoral. Tal vez haya que considerar el asunto desde un punto de vista de la forma misma cómo enfrentamos la vida. O sea, planteo que tal vez antes de preguntarnos si "ir o no ir", debamos hacernos aquella pregunta que Shaquespeare introdujo al inconciente colectivo con Hamlet:
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Gurdjieff nos dice sobre este tema lo siguiente:
El cuarto camino es aún más difícil. Para que un hombre pueda apreciarlo en su justo valor, tiene que haber pensado y sentido, tiene que haber estado decepcionado anteriormente por muchas cosas. Tiene que haber experimentado previamente los caminos del faquir, del monje, y del yogui, y si no, al menos haber tenido conocimiento de ellos, haber meditado sobre ellos y haberse convencido de que no son buenos para él. [...] este proceso mental puede ser ignorado por el hombre mismo, pero sus resultados deben estar en él y sólo ellos pueden ayudarlo a reconocer el cuarto camino. De otro modo puede estar muy cerca y no verlo. […]
"Es posible la evolución para los hombres fuera de los «caminos». Para mayor precisión, diremos que hay dos «caminos». El primero lo llamaremos el «camino subjetivo». Engloba los cuatro caminos de los cuales hemos hablado. El otro, lo llamaremos «camino objetivo». Es el camino de los hombres en la vida. […]
"Los que siguen el camino objetivo viven simplemente en la vida. Son aquellos a quienes llamamos buena gente. Para ellos no son necesarios los métodos o los sistemas particulares, se apoyan en las enseñanzas intelectuales y religiosas ordinarias, en la moral ordinaria, y viven según su conciencia. No hacen necesariamente mucho bien, pero tampoco hacen daño. Se trata a veces de personas totalmente simples y sin educación, pero que comprenden muy bien la vida, que tienen una evaluación justa de las cosas y un punto de vista justo. Y, claro está, se perfeccionan y evolucionan. Pero su camino puede ser muy largo y acarrear muchas repeticiones inútiles." […]
Los que siguen el camino subjetivo, [...] a menudo se imaginan que [...] los que siguen el camino objetivo, no avanzan. Pero esto es un grave error. Un simple obyvatel a veces puede hacer en sí mismo tal trabajo que alcanzará a los otros, aunque estos sean monjes o hasta yoguis. […]
Y desde el punto de vista de la posibilidad de una evolución, un buen obyvatel tiene muchas más oportunidades que un «lunático» o que un «vagabundo».
[...]
"No quiero decir que todos los obyvatels siguen el camino objetivo. De ningún modo. Entre ellos, se pueden encontrar ladrones, bribones y locos. Pero son de otro tipo. Simplemente, quiero decir que el solo hecho de ser un buen obyvatel no es impedimento para el camino». […] Su propia vida como obyvatel le puede servir de camino.
[...] ningún camino puede comenzar en un nivel inferior al del obyvatel. A menudo se pierde de vista que muchas personas, incapaces de organizar sus propias vidas, y demasiado débiles para luchar por dominarlas, sueñan con caminos o con lo que ellos consideran caminos, porque se imaginan que eso será más cómodo que la vida, y que eso justifica, por así decirlo, su debilidad y su perpetua falta de adaptación. Desde el punto de vista del camino, el que es capaz de ser un buen obyvatel es ciertamente más útil que un «vagabundo» que se imagina ser superior. Llamo «vagabundos» a todos los miembros de la así llamada «inteligentzia» — artistas, poetas y todos los «bohemios» en general, que desprecian al obyvatel y que, al mismo tiempo, no serían capaces de existir sin él. Desde el punto de vista del trabajo, la capacidad de orientarse en la vida es una de las cualidades más útiles.
Un buen obyvatel tiene la talla suficiente para mantener por lo menos a una veintena de personas con su propio trabajo. ¿Qué vale un hombre que no es capaz de hacer otro tanto?—¿Qué significa exactamente obyvatel? preguntó alguien. ¿Se puede decir que un obyvatel es un buen ciudadano?
—¿Debe ser patriota un obyvatel? preguntó otro. En caso de guerra ¿qué actitud debe adoptar?
—Puede haber diferentes clases de guerras y diferentes clases de patriotas, dijo G. Ustedes siguen creyendo en las palabras. Un obyvatel, si es que es un buen obyvatel, no cree en las palabras. Se da cuenta cuántas quimeras se esconden detrás de ellas.
Para él, los que ostentan a gritos su patriotismo son psicópatas y los trata como a tales.
—Y, ¿cómo considera un obyvatel a los pacifistas o a los que rehusan ir a la guerra?—¡Exactamente como a lunáticos! Son quizás aun peores."
[…] Tener una actitud seria hacia las cosas no significa de ninguna manera ser serio, ya que toda la cuestión estriba en saber hacia qué cosas. Un gran número de personas tiene una actitud seria hacia cosas insignificantes. ¿Se puede decir que son personas serias? ¡Por supuesto que no!
[...]
Hay una sola cosa que es seria para todo el mundo, todo el tiempo. […] "Si el hombre pudiera comprender todo el horror de la vida de las personas ordinarias que giran en un círculo de intereses y de metas insignificantes, si pudiera comprender lo que pierden, comprendería que no puede haber sino una sola cosa seria para él: escapar a la ley general, ser libre. ¿Qué puede ser serio para un hombre en prisión, condenado a muerte? Una sola cosa: cómo salvarse, cómo escapar. Nada más es serio.
"Cuando digo que un obyvatel es más serio que un «vagabundo» o que un «lunático», quiero decir que un obyvatel, acostumbrado a manejar valores reales, evalúa las posibilidades de los «caminos», las posibilidades de «liberación» y de «salvación», mejor y más rápido que un hombre que toda su vida está preso en el círculo habitual de valores imaginarios, intereses imaginarios y posibilidades imaginarias.
"Para el obyvatel, no son serios los que viven de ilusiones y sobre todo de la ilusión de que son capaces de hacer algo. El obyvatel sabe que éstos no hacen más que engañar a la gente que los rodean, prometiéndoles Dios sabe qué, mientras que en realidad están simplemente arreglando sus pequeños asuntos; o lo que es aún mucho peor, son lunáticos, gente que cree todo lo que se les dice". [FIN]¿Se da cuenta, estimado lector, porqué titulé este post "la vida es como ir a una guerra en iraq"? Creo que la verdadera espiritualidad está en cómo enfrentamos la vida misma, por lo tanto, la vida es religión, porque la vida es una escuela donde debemos aprender a ser dueños de nuestro intelecto, de nuestras emociones y de nuestro cuerpo, al mismo tiempo que aprendemos cómo funciona este mundo material y esencialmente egoísta.
Una vez que aprendamos esto, podremos volver de la guerra, a nuestra anhelada casa.
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